¿Qué es la terapia EMDR y cómo puede ayudarte a sanar?
- Amelia Serra Zornoza
- 29 abr
- 3 Min. de lectura
En los últimos años, la terapia EMDR ha ganado cada vez más reconocimiento por su efectividad para tratar traumas y diversas dificultades emocionales. Aunque su nombre suena técnico, es una técnica poderosa y accesible que puede marcar una gran diferencia en la vida de quienes han pasado por experiencias difíciles.
En este artículo te explico de manera sencilla qué es EMDR, cómo funciona y por qué puede ser una herramienta clave en tu proceso de sanación emocional.

¿Qué es EMDR?
EMDR son las siglas en inglés de Eye Movement Desensitization and Reprocessing, que en español se traduce como Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares. Fue desarrollada en los años 80 por la psicóloga Francine Shapiro, quien descubrió que ciertos movimientos oculares parecían disminuir la intensidad emocional de recuerdos perturbadores.
Esta terapia está diseñada para ayudar a las personas a procesar experiencias difíciles o traumáticas que han quedado “atascadas” en el sistema nervioso, causando síntomas emocionales o físicos.
¿Cómo funciona EMDR?
Cuando vivimos un evento traumático o muy estresante, a veces nuestro cerebro no logra procesarlo de forma adecuada. La experiencia queda “congelada” en nuestra memoria con toda la carga emocional original, y puede seguir afectándonos como si todavía estuviera ocurriendo.
La terapia EMDR facilita el reprocesamiento de esos recuerdos a través de una estimulación bilateral del cerebro, que generalmente se realiza con movimientos oculares guiados por el terapeuta (aunque también puede usarse estimulación auditiva o táctil). Esta estimulación ayuda al cerebro a “desbloquear” la información, procesarla de forma saludable y disminuir la carga emocional asociada. El recuerdo no desaparece, pero deja de doler o generar malestar como antes.
¿En qué casos se recomienda la terapia EMDR?
EMDR es especialmente conocida por su efectividad en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT), pero también ha demostrado ser útil en una amplia variedad de situaciones, como:
Ansiedad y ataques de pánico
Fobias
Depresión
Duelo complicado
Abuso emocional, físico o sexual
Accidentes o enfermedades médicas graves
Dificultades de autoestima
Experiencias de la infancia que aún generan malestar
Es importante aclarar que no se necesita haber vivido una “gran tragedia” para beneficiarse de EMDR. Muchas veces, pequeños eventos repetidos o momentos dolorosos no resueltos también pueden generar heridas emocionales significativas.
¿Qué sucede en una sesión de EMDR?
EMDR sigue un protocolo estructurado que se divide en 8 fases, pero no te preocupes: el proceso se adapta al ritmo y necesidades de cada persona. A grandes rasgos, una sesión puede incluir:
Historia y planificación: el terapeuta te conoce, evalúa tu situación y define contigo los objetivos del tratamiento.
Preparación: se fortalecen recursos internos, como técnicas de relajación o visualización, para que te sientas seguro/a durante el proceso.
Identificación del recuerdo a trabajar: se elige una experiencia significativa que aún causa malestar.
Estimulación bilateral: mientras te concentras en el recuerdo, se aplica la estimulación (por ejemplo, seguir con la mirada los dedos del terapeuta).
Procesamiento y cierre: se permite que el cerebro “reprograme” la experiencia, integrándola de forma más adaptativa.
¿Está respaldado científicamente?
Sí. EMDR es una de las terapias más investigadas para el tratamiento del trauma. Está respaldada por organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Americana de Psicología (APA) y otras entidades clínicas importantes.
Los estudios han demostrado que EMDR puede ser más rápido y efectivo que otras terapias tradicionales en ciertos casos de trauma.
Mitos sobre EMDR
Como sucede con muchas terapias innovadoras, EMDR también ha generado algunas ideas erróneas. Aquí aclaramos algunas:
"Es hipnosis" > No. En EMDR estás totalmente consciente y con control durante toda la sesión.
"Necesito recordar todos los detalles del trauma" > No es necesario. El recuerdo puede ser trabajado incluso si está fragmentado.
"Solo sirve para traumas muy graves" > Falso. EMDR puede ser útil para eventos cotidianos que hayan tenido un impacto emocional profundo.
En conclusión, la terapia EMDR ofrece una forma diferente y efectiva de abordar heridas emocionales. Permite que el cerebro haga lo que naturalmente sabe hacer: sanar. Si hay experiencias del pasado que siguen afectando tu presente, EMDR puede ayudarte a liberarlas y avanzar con más ligereza.
Si te interesa conocer más o saber si esta terapia es adecuada para ti, no dudes en contactar con un/a profesional especializado/a en EMDR. El primer paso hacia la sanación comienza con informarte y abrirte a nuevas posibilidades.